Por Gonzalo Muñoz, Champion COP25 y Presidente de TriCiclos
Érase una vez una empresa que se propuso como desafío cambiar la historia. Fue hace exactamente una década. Cuando junto con dos amigos, Joaquín Arnolds y Manuel Díaz, decidimos armar algo con el foco de trascender y hacernos cargo del deterioro del planeta, desde lo que éramos buenos.
Así nació TriCiclos. Una empresa de ingeniería y asesoría en la aplicación de economía circular, especializada en la creación e implementación de soluciones para productos y procesos con foco en el triple resultado: económico, social y ambiental.
Con la convicción de que la basura no es más que un error de diseño, que podía y debía resolverse, nos convertimos en la primera empresa B de Sudamérica. Instalamos oficinas en Chile, Brasil, Perú y Colombia. Trabajamos con firmas de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Ecuador. Y crecimos hasta llegar a ser cerca de 250 personas que hoy componen la compañía. Se convirtieron en nuestros clientes las principales empresas que en Latinoamérica han tomado la decisión seria de trascender en términos de aporte a la sustentabilidad, entre ellos, Sodimac, Coca-Cola, PepsiCo, Unilever, Walmart, Danone, Nestlé, LATAM, ENEL, 3M, entre otras.
El 2014 recibimos la inversión de un fondo B Corp de impacto brasilero, nos instalamos y montamos toda la operación allá. Y como corolario de los éxitos, durante este 2019 en una ceremonia organizada por el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, recibimos el premio “The Circulars”, el principal premio a la economía circular que existe en el mundo y que reconoce a las más destacadas organizaciones dedicadas a impulsar la reducción en la utilización de materias primas y de desechos de sus cadenas productivas. “Los Oscar de la Economía Circular”, los llamó la prensa. Y así, hicimos historia a nivel global.
Tengo que reconocer que ha sido sorprendente y no hubiéramos sido capaces de imaginar el estar operando en prácticamente todos los países de Sudamérica, apoyando a grandes multinacionales en su avance hacia la sustentabilidad, y de paso, dando clases al mundo de cómo implementar la economía circular. Eso no estaba en el masterplan inicial. Pero cuando soñamos esta locura llamada TriCiclos, trazamos una ruta para hacer una aporte en salvar el planeta.
La economía circular es el futuro y me siento orgulloso de ser una empresa que ha aportado mundialmente a esto. TriCiclos hoy cumple 10 años. ¡Larga vida a TriCiclos!